viernes, 10 de febrero de 2012

Sanar

Esa es la palabra clave y lo ha sido desde hace rato... Cada que pienso, hablo o escribo sobre este asunto, la palabra ("sanar") pareciera brillar con reflectores propios y no siempre lo noto. Mi primer referente es mi padrino, la primera vez que activé el cuento de no querer que esto me afectara más y hablé con él, yo decía sanear y el me dijo que lo importante no era sanear sino "sanar", y me explicó por qué de manera sencilla pero acertada.

A los pocos días me vi con Frank porque lo quería saludar y por fin pudimos cuadrar... de paso también le hablé del tema pero él me dijo algo con lo que calmó mi deseo desesperado de encontrar la forma para que ese asunto NO me afectara más. Él me dijo que hay cosas que uno vive y que al recordarlas da rabia o duele pero es normal, que no se puede hacer nada frente a eso, aunque uno siga adelante con su vida, siempre se sentirá así al recordarlas. Le di la razón y este argumento se sumó al hecho de no tener plata para asumir por mi cuenta sin que mis papás supieran los gastos que implicaban iniciar un proceso psicológico alternativo con Ricardo. Por eso eché en saco roto esta opción, al menos en ese entonces.

... Quisiera poder recordar con lujo de detalles cada reflexión de Fercho en el parche, pero lastimosamente la memoria del ser humano es selectiva y/o su capacidad es muy limitada. Hace algunos sábados atrás inició hablando de las cicatrices, de las físicas inicialmente pero para hacer la analogía con las del alma, no recuerdo bien qué dijo pero es fácil deducirlo o suponerlo, de hecho escribí esto en Facebook y por eso luego recordé que Fercho lo había hablado una vez:

"'You do heal but you are never the same' Courageous... rough stuff always leave a scar and you have to learn to live with it... But finding the way to heal is the real hard part. I know WHO is the answer but HOW is the issue..."

Lo que está en comillas sencillas es una cita de esa peli, de Courageous, una peli cristiana que lo deja a uno sin palabras. Lo que va después de las comillas sencillas fue un anexo que hice yo basado en este aspecto específico de mi vida. El único que tiene ese poder sanador es Dios, pero el proceso de sanación depende de cada ser humano y realmente no sé como encontrarlo. Una cosa es estar dispuesta (ahora sí, y poniendo en conocimiento de mis padres lo que quiero hacer) a iniciar el proceso psicológico con Ricardo, para lograr dejar los controles pendejos y la medicina en un futuro y otra es encontrar paz interior. 

Aunque le dé un voto de confianza a él y a su método, creo que seguir de la mano de Dios es importante y quisiera encontrar en mi relación con Él la forma verdadera de sanar sin excluir o demeritar lo que hace Ricardo. Empezando, por ejemplo, con el infinito odio que siento frente al tema, en el daño que me hace ese sentimiento y en lo mal que reacciono frente a mis padres cuando quieren hablar de eso, desde algo tan sencillo como la tonta discusión sobre si me tomé la medicina o no. Solo Dios puede ayudarnos con los sentimientos negativos en nuestra vida, que a la final no son nada más que tóxicos... 

Señor, Dios mío, esta situación no puede insipirarme nada más que odio, sé que no eso está bien pero tampoco quiero ni puedo abrazarla. Te pido, Señor, que me ayudes a "digerir" o manejar este sentimiento porque no es bueno para mí ni para mi vida. Por ese odio que siento, en ocasiones reacciono mal frente a mis papás y ellos no merecen mi grosería, les debo respeto.

No hay comentarios: