lunes, 14 de septiembre de 2015

Amor y amistad...

Me emociona mucho jugar amigo secreto. Creo que es mi primer juego voluntario y significativo. Recuerdo vagamente haberlo jugado alguna vez en el colegio pero impuesto de forma incluyente (todos participan) por la profesora. El recuerdo es de transición, me parece que le salí era Mateo Cabrera y lo que me dio era un regalo pequeño-mediano, en forma de caja rectangular, de papel rojo brillante, como metálico, era un perfume... tengo certeza de la envoltura del regalo, no de su contenido, esa imagen no es tan nítida. Lo que recuerdo es a Mateo, viniendo hacia mí a entregarme el regalo.

Septiembre es un mes bonito, aunque tengo la percepción, a juzgar por lo que han publicado en Facebook algunos de mis contactos en años anteriores, que varias personas "odian" este mes. Que en Colombia celebremos el mes del amor y la amistad, nuestra celebración propia, criolla, y no replicada de otro país, le da un valor especial; podemos echarle la culpa de la existencia de esta fecha a Fenalco ("$eptiembre, mes muerto, inventémonos algo que genere ingresos") pero aún así apela a lo emocional y es bonito. Doblemente emocional porque... bueno, sí, también es el mes de mi cumple.

Ver en el colegio a aquel grupo de amigas, al que por varios años añoré pertenecer, jugar amigo secreto y sentirme excluida... fue... no sé, de cierta manera "apachurrador", triste, frustrante. Tuve una vaga noción de lo que era endulzar (en tiempos modernos porque cuando éramos chiquitos eso no se usaba) viéndolas jugar a ellas. Y así, en términos generales, la celebración de amor y amistad cada septiembre pasó por mi vida sin ton ni son.

Recuerdo que alguna vez lo jugamos en Pastoral, igual se sentía "raro" y no tan emocionante por las rencillas internas que habían. La persona que me salió fue Carlos y le compré un regalo muy chimbo que finalmente no le di y que terminó usando mi mamá: unas medias. Al final no supe (no me acuerdo) qué fue lo que realmente le regalé.

Ahora trabajo en un lugar donde el equipo de trabajo es grande. En teoría pertenezco a un proyecto en específico aunque mis labores de comunicación buscan apoyar a todos los proyectos. El grupo de trabajo al que se supone pertenezco, jugó amigo secreto y sí, por variar, no fui incluida pero es diferente y no me importa. Entiendo que sobre el papel y sobre el sueldo, yo pertenezco a ese proyecto, pero me gusta más la idea de apoyarlos a todos y trabajar bajo ese espíritu de colaboración. Tengo que conectarme más (meterle la ficha) a las labores de este proyecto, llamémoslo principal, porque la verdad sí, las he descuidado un tris, pero no jugar amigo secreto con ellos porque no me llamaron a la reunión que tuvieron el día que jugaron, no importa porque, primero, no me siento vinculada emocionalmente con el grupo de este proyecto, ellos no son como aquel grupo de amigas del colegio, y pues ya me han contado de lo rayadas que son la persona que sub-coordina el equipo y su mejor amiga, las que decidieron no incluirme, (una que se expresa medio feo a veces, la otra que se define a sí misma como de mal genio y a veces es medio odiosa) total que qué más da.

Lo chévere, lo diferente, y lo muy, muy emocionante es que siempre, todos los años, todo el equipo (independientemente de los proyectos o convenios en los que cada uno trabaje) juega amigo secreto. Y es genial porque es choco-loco, osea muy creativo divertido:  siempre escogen una temática para jugar. Un año lo hicieron con flores (osea cada persona era una planta o árbol), otro año con animales y así. Participar en teoría es voluntario aunque hay maneras sutiles de presionar (comentarios sueltos y esas cosas) para lograr que participen casi todos. Una persona me comentó de este tipo de presión que yo realmente no sentí porque sí esperaba con ansias el juego y la posibilidad de participar. Hace rato quería vivir esto de verdad y no es algo que me la hubiera pasado añorando a lo largo de mi vida pero tener la posibilidad de vivirlo, por fin de verdad, y así todo creativo, me emociona mucho.

Este año lo hicieron con estrellas de cine y acabamos de hacer el sorteo (sacar los papelitos de una bolsa). Soy una actriz que no conocía: Charlize Theron. Y mi amigo secreto es Will Smith. Btw, descubrí que ellos actuaron juntos en la película Hancock.

Amor y amistad es chévere, justamente por los juegos de amigo secreto. Pero en cuanto al amor, no importa tanto porque con Miguel celebramos nuestros meses de amor el 12, sumado a mi cumple y al suyo que van pegados (30 de sept y 2 de octubre) total que fechas para celebrar que nos amamos hay en abundancia independientemente de lo que tradicionalmente se celebra este mes. Y luego llega octubre, también el 12, que es nuestro aniversario. Mejor dicho, la celebración de amor y amistad, con todo y lo criolla, autóctona, nuestra, no nos hace falta.