viernes, 7 de marzo de 2014

Una serie de eventos encadenados...

En el momento en que estaba abriendo la puerta de mi casa, mi mente hizo "kaboom". Dos hechos relacionados con este día (de la mujer) aparecieron en mi cabeza y el último me impactó porque fue algo doloroso que no recordaba con tanta precisión...

Cuando salimos de Café Pop pensé algo como "me gustaría sentarme sola por ahí a contemplar mi girasol"... me imaginé como sentada sobre un murito con los pies colgados y balacéandolos... el detalle que tuvo Miguel hoy conmigo significa mucho. En parte porque se tomó la molestia de pasar por donde yo estaba y entregármelo, en serio mucho lindo, pero también porque... casi siempre el día de la mujer había sido algo gris para mí (medio champiñón y sin nada especial)... desde antes había pensado que con él a mi lado esta vez no sería así... no pensaba en algún detalle material pero solo en el hecho de pensar que él se portaría de manera especial conmigo ese día, igual siempre es súper lindo...

Ese momento imaginado del murito, nunca se dio. Pero sí pude contemplar mi girasol en el trayecto del asensor y de ahí por el pasillo hacia la puerta de mi casa. La relación de recuerdos fue así: primero recordé el único día de la mujer en que mi papá tuvo un detalle, realmente me sorprendió y agradó, creería que debo tener esa tarjeta por ahí guardada, era sencilla, como con un adorno de flor natural/deshidratada y recuerdo que escribió una leyenda a mano, ese fue el detalle más valioso... mi mamá también recibio algo similar, y no sé si tal vez como otras veces lo ha hecho, de pronto nos dio una chocolatina (Toblerone) pero de la tarjeta sí me acuerdo perfectamente...

En el colegio era paila ver a las niñas populares con un poco de rosas y a las niñas "normales" al menos una... por lo general yo nunca recibía nada hasta que un día alguien decidió hacerme una mala jugada... recuerdo incluso como estaba vestida, eso tuvo que haber sido quinto o sexto, me inclino más hacia sexto... fue jean day osea no uniforme... recuerdo ese chicle desteñido de fucsia, medio boleta... y esa blusita color piel con la que por ahí tengo una foto bonita... Los de 11 se habían ofrecido a ser "cupidos" a recibir pedidos para entregar rosas a la amiga apreciada o a la mujer deseada jaja. Lo que a mí me llegó fue lo siguiente: "Para Carolina, del árbol". Jueputa vida muchos malparidos... no lo digo con rencor, pero sí con rabia por la forma en la que una niña inocente, osea yo en ese entonces, fue agredida, lo que hicieron fue darse garra, fue pasarse... fue quebrarme, lastimarme y hacerme llorar, fue burlarse de mí... Ella (yo) era la niña rechazada que a veces le hablaba a las cosas por llamar la atención, cosas como "ay! borrador ¿por qué te caíste?"... y en ese orden de ideas, su "amigo", el árbol, le había enviado una rosa... tan chistosos... reviví el dolor de ese momento plenamente, tanto como el recuerdo en sí y fue... extraño, solo eso...

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